Pajares y Fuentes de Invierno confían en duplicar los usuarios del año pasado
7 de Enero de 2014
Año de nieve, año de bienes
Año de nieve, año de bienes. El refrán parece cumplirse en las estaciones invernales asturianas que, a expensas de presentar el balance navideño, esperan duplicar los usuarios de la pasada temporada. La abundancia de nieve y el adelanto del inicio de la temporada -el 29 de noviembre en Valgrande-Pajares, en Lena, y el 3 de diciembre en Fuentes de Invierno, en Aller- han sido claves para los buenos resultados que llevan cosechando desde entonces.
El puente de La Constitución cerró con cifras récord, ya que la pasada temporada concluía con la visita de 9.985 esquiadores y en la presente la cifra aumentaba hasta los 15.700. El número de usuarios siguió aumentando en el puente de Fin de Año al pasar de los 2.087 de 2012 a los 6.700 de 2013.
A la espera de los datos de Reyes -está previsto que la Dirección General de Deporte los aporte hoy-, estos registros hacen ser optimistas a las estaciones de esquí, pese al mal tiempo de las últimas horas. El año pasado hubo escasez de nieve y solo acudieron a los enclaves asturianos unas 2.000 personas.
La Diputación de León, en cambio, sí dio ayer a conocer ayer el balance navideño de sus estaciones. En el periodo comprendido entre el 20 de diciembre y el 6 de enero, San Isidro y Leitariegos recibieron 18.581 visitantes. En la primera, hubo 14.231 y el día de mayor afluencia fue el domingo 29 de diciembre cuando 3.126 personas acudieron a disfrutar del deporte blanco. De media, ofreció 21,5 kilómetros esquiables repartidos en veinte pistas con espesores que oscilaron entre los veinte centímetros, la mínima, y los 45, la máxima. A Leitariegos acudieron durante las Navidades 4.350 personas. Ofreció seis kilómetros de pistas.
En Asturias, los espesores de nieve comienzan a preocupar debido a que, en las últimas 48 horas, las incesantes lluvias han mermado tanto la calidad de la nieve como su cantidad. Se teme que, de no nevar en las próximas jornadas y ante la falta de espesores, puedan cerrarse pistas.
Fuente: El Comercio
Autor: M. Varela